martes, octubre 26, 2010


Vivir como las flores

En una ocasión, un hombre estaba muy molesto por todo lo que veía a su alrededor, como él era una persona de bien, de justicia y de ética, le molestaba lo que su prójimo hacia, entonces, estando con su maestro le preguntó:

- Maestro, ¿qué debo de hacer para no quedarme molesto?

Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas. Sufro con aquellas que calumnian.

- Pues, ¡vive como las flores!, dijo el maestro.
- ¿Cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores. Dijo señalando a unos lirios que crecían en el jardín. - Ellas nacen del estiércol, sin embargo, son puras y perfumadas; extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra macule la frescura de sus pétalos.

Continuó el maestro - Es justo y válido angustiarse con nuestras propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Entonces, sino son tuyos, no hay motivo para molestarse.

El maestro finalizó diciendo: - Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera... Esto es VIVIR COMO LAS FLORES.

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